¿Digitalizar? ¿Para qué, si ya contamos con todos los procesos, documentos, políticas, matrices de riesgos, controles y todo lo referente a la gestión de la empresa en un ambiente compartido, con todos los archivos debidamente organizados?
Esto es lo que pasa cuando no tomamos en cuenta las ventajas de la digitalización de la gestión en su verdadera dimensión y no entendemos que los colaboradores invierten un gran esfuerzo y tiempo no solo en mantener actualizada toda esta información, sino también en analizarla para identificar oportunidades de mejora en la operación.
¿Qué provoca esta situación?
Que el colaborador no tenga claro qué, dónde y cómo debe consumir la información relevante para su puesto y su rol en la empresa.
Que la empresa tenga una serie de problemas por manejar las cosas de esa manera: inconsistencia, múltiples fuentes, poca trazabilidad, participación limitada, alto esfuerzo operativo, etc.
Que se presenten limitaciones para analizar la información, ya que depende de un procesamiento lento y muy manual.
Esto nos lleva a ser más ineficientes y lentos en nuestro proceso de adaptación y optimización.
Digitalizar la información operativa y de gestión del negocio, como los procesos, organización, documentos, políticas, riesgos, controles, indicadores, sistemas, organización, proyectos, entre otros, no significa simplemente compartir archivos de ofimática en carpetas. Significa que la información que los compone y la relación entre ellos esté a nivel de objetos y metadatos para su análisis y explotación, y que a la vez pueda ser vista en formatos amigables para el consumo de los colaboradores.
Las empresas tardan en entender esta situación y el beneficio de la digitalización del modelo operativo de forma real y práctica.
¿Quieres implementar un modelo de digitalización operativa y de gestión realmente efectivo?
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